Este retrato de James Hetfield, vocalista de Metallica, surge de una profunda admiración personal. No es solo un retrato técnico, es un homenaje, un acto de admiración convertido en arte. Con el contraste de luz y sombras se transmite una energia muy cruda y muy auténtica, perfectamente alineada con lo que representa James Hetfield y el espiritu de Metallica. El humo, la expresión serena, el blanco y negro, es una forma de pintar el silencio y la calma, después de toda una vida de éxito i exceso como ha sido Metallica.